Puntos negros y radares en las carreteras gallegas

3 11 2009

La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene contabilizados en Galicia 48 puntos negros: la mayoría concentrados en la provincia de A Coruña (30), 10 en la provincia de Lugo, 3 en la de Ourense y 5 en la de Pontevedra (datos del año 2008); colocando durante los años anteriores 57 radares fijos en nuestras carreteras.

Aiso RADAR

Según un informe elaborado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA) en el año 2008, de todos los aparatos instalados para controlar la velocidad en la red de carreteras de Galicia, sólo ocho coincidían con esos tramos peligrosos (4 en A Coruña y 4 en Pontevedra). Es decir, sólo el 14% de los radares fijos se han situado en puntos negros, lugares catalogados así porque durante un año se han producido tres o más accidentes de tráfico con víctimas.

La falta de coincidencia entre estos puntos y la ubicación de los radares no sólo se produce en Galicia. Según el informe de AEA, que utiliza datos de la DGT, de los 516 tramos de las carreteras españolas donde se han instalado medidores de velocidad sólo 139 (el 26,9%) están en un punto negro y el resto se han ubicado en lugares con mínima o nula siniestralidad. Este índice es incluso inferior al del anterior estudio de AEA, cuando la coincidencia alcanzó el 34%.

El porcentaje registrado en Galicia es desolador al compararlo con otras Comunidades Autónomas como Cantabria (87,5%), Baleares (75%), Canarias (68,7%) o Madrid (61,7%), donde la DGT cumple con el umbral mínimo de coincidencia de colocar al menos la mitad de los radares en puntos negros.  ¡Y que decir cuando comparamos estos porcentajes con los de otros países europeos!: En muchos países de Europa Occidental, como Gran Bretaña, Suecia o Dinamarca, hace años que se ha implantado la política de situar un control (normalmente radar más foto)  y/o paneles informativos en TODOS los tramos en los que se hayan registrado víctimas durante los años anteriores (mientras que en los de aquí se sitúan flores…). Y es que, cuando los responsables de estos países se hicieron la pregunta de ¿cuánto vale una vida?, supieron responder: “mínimo, lo que cuesta un radar”, y no sólo un 14% de ese coste…

Por su parte, la DGT señala que la causa de la mayoría de los accidentes en puntos negros no es la velocidad, por lo que instalar radares en los tramos donde el factor de riesgo es otro no serviría de nada. Lo que se tendrían que plantear, además de los radares, es diversificar los tipos de controles y, sobre todo, la información que pueden dar a los conductores, porque si un radar vale menos que una vida, un panel previniendo de un punto negro vale mucho menos…

Y me gustaría acabar dando un mensaje de optimismo, porque aunque es verdad que nuestra red viaria aún tiene muchos problemas, poco a poco se van subsanando o como mínimo localizando (La Voz de Galicia lleva unos años realizando una campaña de detección de puntos negros en nuestras carreteras con ayuda de sus lectores). Y es que, si observáis las fotos que os dejo a continuación, es para aplicar ese consuelo de tontos y decir: “visto lo visto, quizás aquí no estamos tan mal”.

Como curiosidad, os presento la carretera más peligrosa del mundo: La Carretera de los Yungas, en Bolivia (clicad sobre la imagen para ver más fotos y entrad en la etiqueta «Carretera de la Muerte»).

Imagen 7

Foto de Michael Fernando Jauregui Schiffelmann

Por último, os propongo sumarnos a la iniciativa de La Voz de Galicia de localizar puntos negros, variándola un poco: ¿cuáles creéis que son para vosotros los viales y los tramos más peligrosos de la red de carreteras gallegas? Y otro ejercicio: ¿Qué tramos, rotondas, semáforos, pasos de cebra, cedas, etc. pensáis que tienen fallos y cuáles serían las posibles soluciones?.