Las autopistas ferroviarias

15 09 2009

La mayor parte de la producción de las industrias y empresas gallegas se distribuye en camiones de mercancías que tienen que atravesar nuestro territorio para llegar a núcleos de población  importantes o a los grandes centros logísticos, a excepción de casos contados, como los automóviles producidos por la fábrica de Citroën en Vigo que se exportan en barco.  El tráfico de camiones por nuestro territorio implica una serie de inconvenientes graves, entre los que destacan la contaminación que producen, el mayor desgaste de las carreteras, autovías y autopistas por las que transitan y que hacen aumentar la congestión del tráfico.

Hace unos meses, en una visita con la asociación PTP, tuve la ocasión de conocer en Francia un sistema de transporte de mercancías innovador que contribuye al desarrollo sostenible y que me gustaría presentaros, así como proponer su aplicación en los núcleos económicos de Galicia. Se trata de las denominadas Autopistas Ferroviarias.

Imagen 11

Una autopista ferroviaria es una manera de desplazamiento de camiones sobre vagones de ferrocarril, en lugar de circular por carretera, y que no tiene nada que ver con el transporte ferroviario clásico de contenedores o vehículos ligeros. Existen dos tipos de autopistas ferroviarias:

  • Vagones con plataforma extra-baja sobre ruedas de pequeño diámetro, que permiten transportar el camión encima. El tren se carga por una punta, pasando un camión tras otro, hecho que obliga a viajar con la tractora (la cabina). Este sistema, conocido como RO-LA, se ha implantado en el túnel de Frejus, entre Aiton (Francia) y Obassano (Italia), permitiendo cruzar los Alpes fácilmente, sin colapsar las carreteras.
  • Vagones con plataforma extra-baja colgadas de bujías con ruedas convencionales. La carga se hace lateralmente, a través de un giro pivotante de la plataforma, permitiendo así cargar los semiremolques de manera oblicua y que la tractora no tenga que viajar en el tren. Este sistema, desarrollado por Modalohr para la empresa Lorry-Rail, actualmente funciona en los pasos de los Alpes de Suiza y uniendo Perpiñán (Francia) con Bettenbourg (Luxemburgo).

Esta última línea es la más larga de Europa (1.060 km), funcionando con trenes formados por 20 vagones de 34 metros que realizan un viaje por día en cada sentido, pero que pasarán a dos viajes diarios en poco tiempo.

La terminal de Perpiñán de esta línea, la que visité, fue inaugurada el 29 de marzo de 2007, y se encuentra al lado de la autopista A-9, entrada a Francia de la principal autopista de Cataluña. Los remolques pueden ser entregados hasta una hora antes de la salida del tren y son descargados también en menos de una hora. Las empresas contratan chóferes que transportan las mercancías por España hasta Perpignan, y contratan a otros que esperan los semirremolques en Luxemburgo para distribuirlos por todo el norte de Europa.

El tiempo de viaje de esta línea es de 14 horas, frente a las 17-22 horas en autopista (contando con las paradas obligatorias). El servicio se realiza diariamente, incluyendo los domingos y festivos, lo que supone una ventaja importante frente a la carretera, ya que esos días hay restricciones para los camiones en las autopistas.

La tarifa estándar de viaje ronda los 750 €, mientras que el mismo viaje por carretera es superior a los 1.000 €. Los costos están calculados en 20 € tren/km, con lo que con una ocupación del 55% se cubren gastos y con una ocupación del 90% se obtiene un 38% de margen bruto: Todo son ventajas.

Imagen 2

Con una ocupación del 90%, esta autopista ferroviaria contribuye a reducir el tráfico por carretera de este eje en un 5% (tened en cuenta que por Perpiñán pasan unos 6.000 camiones al día, la mayoría procedentes de España, de los cuales 1.500 van hacia regiones cercanas a Luxemburgo), liberando a las autopistas francesas de este volumen de vehículos.

Este sistema representa un avance importantísimo en diversos aspectos:

  1. Ahorro económico para el usuario profesional: reduce entre un 20 y un 30% sus gastos directos
  2. Ahorro de tiempo: alrededor de un 15% por viaje
  3. Ahorro energético: la energía que consume el tren es muy inferior a la que consumen los camiones por separado
  4. Descenso de la contaminación
  5. Ahorro en el desplazamiento de las tractoras
  6. Viajes menos largos para los profesionales, que contribuyen a disminuir el estrés y el desgaste físico de los conductores
  7. Descenso de la siniestralidad y robos de los camiones
  8. Rebaja considerablemente el índice de saturación de las carreteras

Como conclusión, me gustaría remarcar las acertadas políticas de transporte que Francia aplica, un país que sabe en qué dirección debe hacer sus inversiones, fijándose objetivos concretos. El ejemplo de Lorry-Rail es uno más entre muchos.

Y es que observando lo que se hace fuera podríamos mejorar muchísimo nuestra movilidad y nuestra calidad de vida: un sistema igual a Lorry-Rail implantado en el noroeste español permitiría transportar las mercancías gallegas (y las del norte de Portugal, por supuesto) hasta Madrid, Zaragoza o la frontera francesa con menor coste, menor tiempo, menos accidentes y, en definitiva, menores inconvenientes para el resto de ciudadanos que utilizamos las carreteras y autopistas o que vivimos cerca de ellas.